Un poco de historia....

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He estado inmerso en la sonoridad de la flauta dulce desde la infancia, y es un instrumento que siempre me ha seducido. Mi padre, Roger Bernolin, fue durante más de treinta años profesor de flauta dulce en el Conservatorio Superior de Ginebra. Apasionado por su instrumento, logró, con medios que hoy me parecen increíblemente rudimentarios y un cierto genio para el bricolaje, crear algunas flautas dulces que utilizaba en conciertos.
Soy pianista de formación, graduado del Conservatorio Superior de Ginebra, donde seguí un programa académico completo de clases teóricas como contrapunto, armonía e historia de la música. En 1994, tras obtener mi diploma, me sentí poco atraído por la enseñanza y decidí trabajar en la fabricación de flautas dulces bajo la atenta mirada de mi padre. Mi formación como músico profesional me permitió aprender a tocar este instrumento con relativa facilidad.
Consciente de que la calidad también es una cuestión de recursos, desde el principio elegí invertir en materiales de precisión, con el objetivo de obtener resultados reproducibles en todo momento. Estos materiales son a menudo costosos, a veces difíciles de conocer y complejos de utilizar, pero permiten una fabricación de gran precisión y un acabado de muy alto nivel. Intento mezclar lo mejor de dos mundos, tecnología y savoir faire tradicional, para satisfacer las exigencias más altas en términos de calidad.
En el año 2000 comencé a trabajar en una flauta traversa de madera de granadilla con sistema Boehm. Un monstruo de la lutería cuya fabricación plantea innumerables problemas técnicos. Mi interés por la ingeniería en general me permitió adquirir los conocimientos necesarios para la fabricación de este instrumento diabólico. Partiendo con 50 a 100 años de retraso respecto a mis colegas japoneses o americanos, aproveché para aportar algunas innovaciones al instrumento, como el montaje del mecanismo sobre rodamientos de bolas o la fabricación de la base en una sola pieza.
Esta obstinación me valió como recompensa un premio del ministerio, el premio a la Factura Instrumental 2006. Este premio, acompañado de un sobre con 16 000 euros, pretende recompensar un savoir faire de excelencia.
Después de haber bebido champán con el Ministro, volví a la Tierra, y ahora les ofrezco varios modelos de flautas dulces Barrocas, desde la Soprano de 415 Hz hasta la Flauta de Voz (Voice Flute). Estas flautas pueden ser entregadas con la afinación original (entre 392Hz y 412 Hz según los modelos). Las flautas prebarrocas están representadas por los Ganassi en Sol, soprano Van Eyck, y las flautas Rafi.
He buscado recuperar la sonoridad de los instrumentos originales respetando el color sonoro sugerido por la forma del taladro.

Mis instrumentos están disponibles en madera de boj, arce o granadillo.
La madera de boj es algo caprichosa y requiere un proceso bastante estricto para ser estabilizada. Su color sonoro particular la convierte en la favorita de los flautistas.
El granadillo, también llamado ébano de Mozambique, es una madera naturalmente muy estable de la familia de las Dalbergia, de alta gama entre las maderas tropicales. A diferencia del ébano negro de África, es muy resistente a las fisuras.
El arce es una madera asombrosa por la relación entre su ligereza excepcional y la sonoridad suave y potente que permite obtener. Además, las flautas de arce son muy resistentes a los problemas de condensación.
Quiero dirigirme también a los flautistas que poseen flautas dulces Bernolin, a quienes en verdad veo muy poco. ¿Son mis flautas tan estables que nunca necesitan ser revisadas o simplemente limpiadas? No duden en enviármelas para una pequeña revisión, no se arrepentirán.
Por último, tengo el mayor respeto por los flautistas que me permiten vivir, y por la inversión a veces importante que puede representar la compra de un instrumento. Por eso mis flautas dulces tienen una garantía de dos años, incluyendo contra las fisuras que son incidentes muy raros, y que son, a mi entender, responsabilidad del fabricante. Y también es por eso que no podría entregar un instrumento que no seduzca al músico que soy.
He querido a través de este sitio presentarles mi trabajo y mi concepción de la lutería. Tengo la convicción de que un instrumento excepcional no puede nacer del azar, por eso la rigurosidad será siempre el hilo conductor de mi fabricación. La rapidez de los ataques en el agudo, la potencia en los bajos, la afinación, el color sonoro refinado, son parámetros ya imprescindibles para aspirar a un instrumento noble. Pero aún más, es su personalidad y la riqueza de sus posibilidades de expresión musical lo que lo convertirá en tu instrumento.